26 marzo 2021
Lo primero será colocar aquí un vídeo que justo hoy hace un año publiqué, también aquí, y lo hago en justo homenaje a ese sentir inicial que con el tiempo, desgraciadamente, se ha ido difuminando, pero que nos devuelve ese dulce recuerdo a aquellos lindos y esperanzadores días, cual espero vuelvan a producirse en ese breve espacio de tiempo que divide la vida en otra vida:
-Oía esta madrugada entre varios de mis sueños, siempre tortuosos, tanto como inalcanzables, que …
-Creo que, como decían los anuncios del sorteo de la ONCE para el día Padre, cuando se referían a la cantidad de veces que los Padres dicen “no te olvides de aquello, de lo otro y lo de más allá”, a un hijo que se va a no se donde, yo también diré que son diecisiete millones de veces las que me gustaría decir o haber dicho, que nunca o casi nunca, aprendemos a saber apreciar lo que tenemos hasta que lo perdemos.
-Que no nos conformamos con nada, que nuestro egoísmo es infinito y que atender la voz de la sensibilidad, del altruismo o la del puro sentimiento de amor a la vida propia y a la de los demás, no es algo baladí.
-Amar la vida y saber apreciar lo que tenemos debiera ser algo sencillo, pero al parecer es tan difícil que confirma nuestra propia estupidez … la de los humanos. Por favor … dense la vuelta y devolvamos a los humanos su condición.
-Más tarde, en mi sueño, pero ya en mi rincón del olvido, apartado del mundo y adueñándose en mi un sentimiento al estilo de una enfermedad de etiología desconocida, me puse a leer uno de esos olvidados libritos que escriben en hindi algunas viejas amigas y de entre sus textos me quedo con esta corta y deseable frase, para acompañar mi deseo, hoy, más vesánico … “Main yahaan hoon” … (Estoy aquí).
La pandemia por supuesto se ha hecho extensa y no voy a decir que no se extrañen personas, situaciones, paseos...etc etc. etc.. Tengo una forma de ver la vida quizás un tanto rara, pero en todo momento me quedé "tranquila", aún cuando salir a comprar lo indispensable era literalmente un "bajón", un tiempo excesivo de fila, la mascarilla que ya la verdad molesta..y taaaantas cosas...pero me quedé en mi casa y el tiempo lo aproveché en cosas que me llenaran el alma, en aprender y en disfrutar de mi hogar como en años anteriores con 10hs fuera trabajando no había podido.
ResponderEliminarHasta me maravillo el día a día del crecimiento de una planta, un cactus y sus flores, una pequeña huerta que hice en un gran cantero.. Leiiiiii a mucha gente, libros, blogueros, aprendí de ellos, escribí, cocine mas rico y saludable. Saque fotos..uff muchas cosas y el tiempo..te digo..jajaj no me alcanza!
Se que todo no es bueno, en la pandemia también perdí seres queridos , mucha gente ya no está..y hay un dolor frente a las perdidas y a lo imprevisto, pero hay que seguir..y esa frase con que cierras esta entrada es la síntesis de todo esto.. sabiduría pura.. Abrazo de los mas grandes!!!
Gracias Eli. Intento que por las grietas del alma no se me escape el pesimismo que a todos nos rodea y nos encarcela entre sus garras, esta cruel pandemia. Lo intento, no siempre lo consigo y cuando noto que decaigo me insuflo algún fuego que alimente mi intelecto y, zas, como nuevo. Hago como tú, no me da tiempo a hacer tantas cosas como me propongo y eso, sin duda, es la clave del éxito.
EliminarUn abrazo muy fuerte, ya de viernes, por fin y digo por fin como si realmente fuera un día diferente pero, ya sabes, lo importante no es ser feliz, lo importante es creérselo.
Tienes mucha, pero mucha razón, Enrique. Y yo creo que la edad que te hace sabio en tantas cosas, también te hace apreciar el hoy y lo que se tiene.
ResponderEliminarYo sí que incluso me digo a mí misma en voz alta la cantidad de pequeñas cosas que me hacen disfrutar la vida. Ahora ya sé que no quiero mañana arrepentirme de no haber valorado lo que tengo mientras lo tenga...
Por ejemplo, pinchar sobre el título de tu Blog, ya sé que me va a producir unos momentos de humor o de reflexión. Ambas cosas, enriquecedoras.
También es verdad que aparte de buen ánimo se tiene que dar un mínimo de bienestar económico, familiar, educacional, de salud...Y hay personas que lo tienen realmente difícil. Por desgracia es así.
Un abrazo.
Eres un ángel, querida Conchi. Me ha gustado eso de "pinchar sobre el título de tu Blog, ya sé que me va a producir unos momentos de humor o de reflexión. Ambas cosas, enriquecedoras." Gracias, solo queremos ser felices, siempre viviendo en paz y con salud, para todos los nuestros.
EliminarUn abrazo fuerte.