jueves, 16 de febrero de 2023

Dale vida a tus sueños, aunque te llamen loco.


 Fotografía de Ben Zank


16 febrero 2023

- El sueño parecía imposible, pero también imparable. Yo corría saltando charcos, brasas humeantes, pozos repletos de víboras malignas y hasta fui capaz de deslizarme como un velero por encima de un gran lago del que surgió un enorme dragón que con voz carraspeante sugería muertes indignas y horrendos calvarios repletos de múltiples cámaras del horror:

- "No escaparás, Enrique, nunca serás tan rápido como ella, jamás podrás luchar contra tu propio destino, no te empecines en perdurar por encima de los tiempos del nunca jamás, no, debes resignarte, nadie escapa de ella..."

- De pronto recordé que llevaba en mi cintura la espada que en otro sueño me regaló Masamume, la famosa Honjo Masamume, la desenvainé y de un certero golpe cercené su cabeza y el enorme y vociferante dragón cayó en la inmensa llanura del lago y en la inmensa profundidad de sus aguas, sin apenas forzar ruido alguno, desapareció de mi vista en un segundo. También desapareció la espada, también despareció el sueño al notar un enorme, prolongado y molesto estruendo, que supuso oír como mi querida vecina levantaba la persiana de su dormitorio como si se tratara de izar la bandera nacional, (toque de corneta incluido con la correspondiente letanía... "¡¡¡ Niñas, que ya son las siete !!!"), en una de esas inolvidables madrugadas en el Campamento de Castillejos donde me formé como brillante y joven Alférez de Complemento a la temprana edad de veinte añitos.

- Se acabó el sueño, se alzó la vida ... y mi vecina también, la cual, con un empeño y puntualidad teutónica, a su especial manera, nos lo quiso hacer saber.

- Ah, por si acaso no fuera que ... miré bajo la cama por si el dragón estaba allí y no, no había señal alguna de dragón, ni de espadas, ni de víboras venenosas, allí solo había un viejo ejemplar de la gran obra de Kafka, Metamorfosis que, a saber como había ido a parar ahí.

- (Quizás deba dejar de leer de noche antes de acostarme).

- Menos mal que pude despertar a tiempo, pero se me quedó algo que el sueño no me podrá arrebatar jamás, ir adquiriendo la sabiduría de un buen samurai, cual si fuera el mismo Yasuke en los sueños tormentosos.


Dale vida a tus sueños, aunque te llamen loco.

No los dejes que mueran de hastío, poco a poco.
No les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.

Mario Benedetti



 

@etarragó


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