13 abril 2023
- Bajar por encima de esas viejas, planas, y bien colocadas piedras, y saber que allí yacían soportando el paso centenario de miles y miles de animales de tiro y carretas desde "quiensá" cuanto tiempo, me impresiona, siempre, imaginarlo.
- Vi a María en la puerta, pensé que debía decírselo, pero que quizás me faltara valor. Yo tenía 7 años y ella, entonces, a sus 33 me parecía muy vieja, muy seria y extremadamente rígida.
- Yo venía de verla a ella saltándome todas las normas de la casa, había entrado en las cuadras solo, me puse los zuecos para andar por encima de esos asquerosos y resbaladizos suelos y me fui a abrazar a mi querida Rosa, que era mi ternera favorita. Ella, Rosa, (tenía una curiosa mancha rosa en su blanca piel), era rebelde e indómita, nadie podía acercársele, pero a mí me dejaba que la tocara, que la abrazara y que la besara en su piel ... como niños que éramos los dos. Había ido a pedirle que fuera mi novia, pero no me atreví ... tampoco me atreví a decirle a María que había estado allí, con ella, con Rosa.
- María, al verme llegar por esa cuesta, dejo la escoba, me miró ... me abrazó y, mientras esbozaba una rara sonrisa, me preguntó: "¿Has hecho algo, Enric?" - Noooooooo - contesté.
- Entonces María, que era una guapísima "anciana", me atrajo hacia sí y me dio un fuerte y largo abrazo y, después, me dijo; "No me importa que me engañes, Enric, pero debes aprender algo hoy, si alguna vez lo haces (mentir), que sea por amor o por una noble causa".
- Entonces creí que ella, María que era la venerable dueña consorte de la casa de L´Alou de mis amores (donde cuidaban de mi asma infantil en los 50), perdonaba mi pecado por amor a mi Rosa.
- Hoy, casi 70 años después, sigo recordando a María y a Rosa, como si aquel encuentro hubiese sucedido hoy mismo y sé que María me perdonó, igual que tampoco nunca he podido olvidar a Rosa, mi primer amor.
Una ternura esta aventura con Rosa la ternera. Me encantó como presentas el relato. Logras el efecto sorpresa y es dulce como la mirada del niño.
ResponderEliminarMe recordó a mi hijo con Truco, su bóxer.
Un beso.
Ay, Ilduara, me emociono por nada y lo has conseguido.
EliminarFeliz tarde.
Nunca se olvida el primer amor. Te mando un beso.
ResponderEliminarEste primer amor fue muy especial, amiga Judit.
EliminarFeliz viernes, escritora