Fotografía de internet (hay muchas y muy parecidas)
04 abril 2023
- Hoy estuve toda la mañana de chófer haciendo las compras sin que yo deba, ni pueda bajarme del coche con la habilidad que requeriría mi actuación, lo cual hago bastante bien y así, al menos, puedo servir en algo útil. Se lo conté a uno de mis mejores amigos (y joven cincuentón), y éste me contestó: "No hay nada como sentirse útil".
- Tras unos segundos de reflexión y respiración profunda, le conté a mi amigo una vieja historia sobre uno de mis ya fallecidos amigos, el cual fue el más grande restaurador de Alicante Ciudad:
Recuerdo que mi admirado amigo (el restaurador), cuando se retiró y se salió del Restaurante que regentaba en un ilustre lugar de la ciudad (se jubiló), un buen día nos llamó a su casa (solía hacerlo a menudo al grupo de determinados amigos y clientes), nos invitó a comer y en una zona del jardín exterior, donde nadie nos oía, me dijo: "Enrique, no lo aguanto, están todo el día detrás mío corrigiéndome todo lo que hago en casa, me asfixio". A los pocos días nos dijo que iba a abrir el Restaurante de un conocido centro hospitalario de alta especialidad y allí estuvo hasta que nos dejó para siempre.
- Mi joven amigo de hoy me contestó al instante: "Será cierto, Enrique, iré con cuidado con mis viejos".
- Creedme, mi amigo el restaurador nos mostró algo muy común en todo aquel que sufre cierta debilidad física o, simplemente, es apartado de la infernal lucha diaria por su vejez, él quiso advertirnos de algo que se puede hacer extremadamente grave si todos los que se mueven alrededor de quien lo sufre lo ignoran, pues sentirse inútil es una cruel muerte lenta.
Cinco de mis mejores refugios
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Es uno de los miedos que tengo para cuando me jubile.
ResponderEliminarEspero poder solucionarlo.
Saludos.
Todos lo vamos superando, amigo TS, pero conozco mucho de todo lo contrario. Requiere preparación previa y aprendizaje y, desde luego, tener muchas cosas pendientes por hacer.
EliminarUn abrazo, compañero.
Lo he vivido con mis padres y debe ser horroroso. Un beso
ResponderEliminarSí, lo es y lo veo a diario, Susana.
EliminarNo pienses en ello, pero es algo que no se nos debe olvidar, sucede.
Un abrazo.
Cuando hay una cierta dinámica en casa; y ésta cambia, tiene que haber una comunicación suficiente para expresar lo que te está molestando, a veces las personas ni se enteran de lo que te está pasando. Todos necesitamos sentirnos útiles.
ResponderEliminarTotalmente indispensable. Un viejo amigo que en 2020 se lo llevó la COVID, siempre me decía: "Enrique, el día que no tenga obligaciones, me querré morir".
EliminarUn abrazo, Maia.
Estoy de acuerdo contigo Enrique... Me gusta leerte..
ResponderEliminarAgradezco el comentario en mi blog familiar, pero soy orgullosa de todos.
Tiene una semana y una Fiesta de Aleluya llena de paz, armonía, bienestar y cariño.
Abrazo amigo.
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Gracias, Majo, me alegra saberlo.
EliminarUn abrazo.
Axiomático, Enrique. Uno no es el inútil, sino los de nuestro alrededor que, empiezan a mirarnos de soslayo. Recuerdo que un amigo, que se jubiló joven, para que no le jodieran la vida sus familiares, les dijo "ustedes también aspiran a una jubilación, lo que es llegar a viejo". Y me dijo "no me volvieron a joder, y ahora me acompañan en mi idea de un emprendimiento". UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarMagnífica aportación, escritor.
EliminarGracias.
Feliz martes Santo.
Cuando me prejubilé, me sentí durante un año desubicada. Hoy no me llega el tiempo a nada y me levanto a las siete de la mañana.
ResponderEliminarUn beso.
Coincido contigo, Ilduara, a mi me faltan horas durante el día, siempre dejo algo por hacer. Decía mi Madre que no entendía como podía haber gente que se abuerriera con la cantidad de cosas por hacer como las que la vida ofrece.
EliminarFeliz miércoles Santo.
Tienes toda la razón. es muy duro sentirse inútil y solo esperar la muerte. Te mando un beso.
ResponderEliminarMuy duro, Judit, yo no sé lo que es (no sé si todavía), pero conozco a algunas personas que lo sufren y, además, las llamadas residencias de ancianos están llenas de ellas.
EliminarUn abrazo, escritora.
Estoy contigo siempre, apoyandote
ResponderEliminarmi amigo Enrique y feliz de volver
a visitarte, despues de muchas Lunas.
Besitos dulces
Siby
Gracias, Siby, eres muy amable.
EliminarUn fuerte abrazo.