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28 octubre 2023
"Chillaba la madre, la hija, los niños y hasta en la tv andaban discutiendo a gritos los que más saben de casi todo por la cuestión de las cosas de la política del día. Decidí salir de casa con cualquier excusa y lo hice, vehementemente, hacia la Playa. Allí estuve hasta la hora de comer. Estando sentado aquí, en mi banco, noté un dolor profundo en el pecho y me sentí morir ... pasó al rato y respiré de modo profundo y sucesivo, según me enseñaron en el Hospital cuando tuve el primer infarto. No era mi hora Enrique. Desprecié, en esos segundos que duró esa terrible sensación, que mis ansias de vivir fueran superiores a las de morir y pensé lo peor, sí, pensé que hasta eso sería lo mejor para mí, morirme en soledad. Ya no soy nadie, no ocupo espacio de preocupación alguna para ninguna persona de mi entorno y mi vida no tiene horizonte alguno a la vista de mi cansada necesidad de vivir. Soy un estorbo y ..."
- Encontré a Pablo sentado en un banco de la Playa y apenas pude decirle el obligado "holaquetalcomoestás" que ya estaba contándome sus razones para mostrarme su escasa felicidad y su, para él, indigna vida.
- Cuando terminó ... respiré hondo, busqué en ese rincón de los asuntos para guardar de mi fiel móvil y le leí el "no te rindas" atribuido a Mario Benedetti, le dejé oír algunas de Aute, Sabina, Serrat y Milanés... y, como no, también de Mozart.
- Luego le hablé de los otros, de los que de verdad tienen o tenemos, un panorama vital escaso; de la esencia de saber ocupar el espacio que cada humano le corresponde en cada edad; de lo dichoso que debiera ser él con sus tres hijos viviendo como él supo educarlos; con sus siete nietos que le hacen temblar con sus caprichos y, especialmente, con su amante, fiel y resignada esposa que cada dia le necesita más aunque él no lo sepa ... no sé si lo conseguí, pero al despedirse me dio un fuerte abrazo y quedamos en tomar café, mañana mismo, en el Ateneo ... bien temprano, como solíamos hacer antes.
- "Algunas veces incluso vivir es un acto de coraje". Séneca.
Uno a veces no se valora como debería. Te mando un beso.
ResponderEliminarEfectivamente, Judit, perder la autoestima es fatal.
EliminarFeliz domingo, escritora.
Que pena tener que escuchar tanta quejas tantos desencantos... con lo q
ResponderEliminarEstaba escribiendo y me desaparece...
ResponderEliminarBueno a lo que iba, que a veces te encuentras con alguien para escuchar algo divertido, y sucede que te cuentan todos sus frustraciones dolores y desencantos, el caso es que debemos escuchar a nuestro interlocutor, porque saber escuchar es muy importante, pero claro está, que si tu ya estás con la moral algo baja, y te hablan sus contratiempos, bueno, que no nos favorece en nada.
Este es mi punto de vista. Buenas noches, Enrique.
Un muy acertado punto de vista, Marina. A mi me gusta escuchar, tengo el pelo completamente blanco.
EliminarUn fuerte abrazo
De acuerdo en que ser empático está muy bien, poner la oreja es de buena gente pero...
ResponderEliminar¡Hay quienes ni aún así dejan de ser quejosos! Hay quienes elijen regodearse en sus miserias y no pueden - o no quieren- ver la parte buena de la vida.
Abrazo y que tengas un apacible martes
Tienes razón, dulce Lu, hablar, contar lo nuestro es más fácil que escuchar a los demás.
EliminarTenemos tanto que aprender que ...
Feliz martes.
Saber escuchar, dejar hablar... Aprender a hablar, hablar de uno para ser escuchado... Poder hablar es una gran suerte, los mudos no pueden. Hay gente que enmudece ante las cosas del pasar de la vida; otros se vuelven teatrillos; algunos, habladores que cansan, pero en todos, las vivencias, las manifiestan a su modo...
ResponderEliminarSiempre, por respeto, escucho. Eso sí, hay que mantener una cierta distancia ante ciertos sentimientos penosos, para poder seguir siendo eficaces en lo humano. La empatía no implica bajar a los mismos abismos, sino comprender el momento de otros y serles útiles, de cierta manera. Fuiste útil al amigo al escucharlo, aunque no compartas sus abismales. Si además os regaláis un futuro encuentro y compartir un café, quizá a la vuelta no te hable tan negativo; quizá sólo padecía de soledad...
Abrazos. 🌞🍀
"La empatía no implica bajar a los mismos abismos, sino comprender el momento de otros y serles útiles, de cierta manera" ... me encantó esa descripción, Clarisa.
EliminarTe adelanto que el café ha sido como tú has pronosticado que podría suceder, hoy estaba mi amigo mucho más positivo.
Un abrazo, Clarisa.
Bien vale un amigo, en esos días cruciales. Bien por reanimalo, Enrique. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSí, eso creo, Carlos Augusto. Las penas si son escuchadas parecen soportarse mejor.
EliminarUn fuerte abrazo.