viernes, 17 de noviembre de 2023

El sexo del hambre y el seso



17 noviembre 2023

- No pude evitarlo, estaba ayer en la larga cola del "Pancho" y mientras esperaba que me sirvieran mi pollo al ast y algún complemento a determinar en el momento de la entrega, me fui comiendo una barrita de pan francés, "bien tostadito", pero no de un tirón, más bien deleitándome con la suerte, como un buen torero lo hace con un toro bravo de esos que se dice que se queda "entero". Me lo fui comiendo poquito a poco, pero no a bocados, lo hice arrancando trocito a trocito y saboreándolo.

- A todo esto, una señora de "gran edad", que iba con otra de la mía, me refiero a la edad, me soltó con voz a pleno pulmón: "Lo que hace la hambre", a lo que la más joven le dijo ... "El hambre, mamá, se dice El hambre". 

- Ya ni puedo contar el guirigay que se montó con lo de sexo del hambre pues yo me fui y los dejé allí con el tema del día, después de unos 20 minutos de larga cola, (como en pleno verano).

- Antes, un señor que acabó confesando que tenía estudios y que ejercía de Guardia Urbano en Agost, había sentenciado que el Hambre era varón pues nunca había visto a una mujer con hambre. Menuda estupidez, soltó una voz femenina al fondo de la cola.

- Mientras se cocía la sentencia sexual y los pollos, el local hacía su agosto vendiendo cervezas, papas fritas y otras tapas que la gente de la cola fue comprando en la ventanilla del pan, ("es para tomar aquí mientras hago cola" - decían todos para que nadie pensara que se estaban colando), con lo cual crearon un ambiente muy propicio en el personal para acabar hablando de todo menos de lo bien que allí se estaba, a unos trescientos grados de calor, (eso sin exagerar), chaqueta en mano y pañuelo en la frente, y todo eso con un enorme y agradable vapor a pollo asado que hacía las delicias de los poros de mi cara, a la vez que iba dejando un perfume embriagador en la ropa.

- Salir cualquier día a cualquier cosa, en la Playa de San Juan, es una delicia, incluso me encontré a un alumno de mis clases de postgrado que no pudo contenerse y me dijo desde el fondo del Pollo ardiendo: Qué, ¿está bueno el pan Profe? 

- A mí me dieron ganas de preguntarle por su Madre, pero preferí decirle que eso era mi gran afición, comer pan, sudar la gota gorda cerca del asador de pollos y discutir, entre otras tonterías, sobre el sexo del hambre, el de los pollos y que por eso voy siempre al Pollo de El Campello, es un lugar estupendo ... exageradamente vivo, con mucho seso abujardado, pero admirable, haces amigos y la vida se convierte, con sus rutinas, en adorable.

@etarragó


Cinco de mis mejores refugios




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10 comentarios:

  1. ¡Gracias amigo! Porque no puedo parar de reír luego de leer tu magnífico texto y, debo decir, en estos días si algo necesito es distenderme y reírme.
    En principio no comprendía ese título. ¿"El sexo del hambre"? me preguntaba si se te habían corrido los patitos de la fila...jajajaaj
    Luego leo el contenido y ¡aún me estoy riendo!
    Super!! Gracias una vez más
    ¡Feliz viernes la nuit! y que tengas un gran finde

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    1. Gracias, dulce Lu, me alegra saber que te hice reír.
      Dios es grande, jajajajaja.
      Un fuerte abrazo.

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  2. El hambre como las cosas sigan así nadie se va a para en su sexo, mas bien género, porque va a ser mundial.

    Sólo falta que despierten los desterrados de esta mundo y se enteren de que hay cacerías que cuestan 200.000 euros a las que unos elegidos concurren.

    El pan recién horneado es maná.

    Un beso.

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    1. Tu comentario siempre pone sensatez a esta viejuna página.
      Gracias, Ilduara y sí, el pan recién horneado es una gracia divina.

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  3. Uy me hiciste reír. Que cosas . Te mando un beso.

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  4. Unos pollos con un tamaño excelente y una pinta apetecible!
    ¡Qué no decaiga la fiesta!
    Abrazos.

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    1. El buen humor y la fiesta, es como el buen fuego de leña, hay que saberle atizar para que se mantenga y eso no siempre es fácil, querido Ernesto.
      Un fuerte abrazo abuelo feliz.

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  5. El otro día hacia cola para pagar en el ÉXito, unos libros de quemazón. Alguien dijo, "me maman estas colas", y la mujer que estaba delante de él, con un trasero de prognatismo natural, se sintió aludida, y le gritó pues ponga por delante el culo de su madre, a ver si le gusta. Vaya malentendido. No pude dejar de soltar una risotada. Un abrazo. Carlos

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    1. Esa es muy buena, Carlos Augusto, me río yo también, sin buen humor no hay vida.

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