11 diciembre 2023
- Esta madrugada me di un paseo por la Playa y me paré delante de uno de los varios luminosos que desde hace unos días han aparecido por casi todas partes de esos entrañables rincones de mis amores.
- Estaba de pie sosteniéndome con mi muleta en el brazo izquierdo, mirando el luminoso y, al parecer, lo estaba haciendo como si nunca hubiera visto otro, pues ahí estaba como un bobo, impávido, con la imaginación recorriendo todos aquellos rincones de mi memoria donde ese tipo de carteles se instalaban alrededor de mi más tierna y feliz infancia.
- Cuando todavía estaba frente a él (el luminoso), y creía estar cogido de la mano de mi Padre que me llevó a recorrer todos aquellos "santos" lugares delante de la Catedral de Barcelona donde vendían todo tipo de figuras y artilugios para la creación del inexcusable Belén casero, cosas tales como el musgo, el papel de plata para los ríos simulados y las inevitables figuras de los RRMM, el belén, el burro y el buey, el niño Jesús, Sant Josep, la Virgen, el caganer, els pastorets ... etc, etc, etc, entonces sucedió.
- Sucedió que, inesperadamente, oí una dulce voz a mi espalda que me decía: "¿Señor, está bien?"
- Inmediatamente me di la vuelta y con enorme cara de susto me vi frente a una linda jovencita vestida de un uniforme de color verde y que, con pala con escoba en mano, también mostraba cara de inquietud.
- Tras unos largos dos o tres segundos de silencio, respondí: "Sí, estoy bien (sonreí para no asustarla más), tan solo sucedió que durante unos instantes volví a nacer gracias a la magia que la Navidad ejerce en mi forma de comportarme".
- Qué suerte tiene usted... ¿quiere que le acompañe a algún sitio? - me dijo la linda chica.
- Muy amable, ese que está ahí es mi coche ...
- Adiós...
- Adiós...
Todavía queda gente buena. Un beso
ResponderEliminarSí, Susana, no suelen dejarse ver, pero hay mucha.
EliminarFeliz noche.
Qué bonito es lo que nos cuentas. Lo de enfrascarse en algo y que parezcas "una loca" en mi caso, nos debe de pasar a unos cuantos. Y la amabilidad de la operaria de limpieza le da cierta ternura a la escena, todavía quedan personas capaces de sacarnos una sonrisa y que no perdamos la esperanza en las generaciones que vienen tras nosotros.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho leer esta entrada, un abrazo!!
Gracias, Ana, cada día que pasa, veo más oportunidades de creer, aún, en la raza humana.
EliminarUn fuerte abrazo.
Se me olvidó preguntarte por lo de la muleta, espero que sea algo temporal. Ánimo, pues no hace mucho tuve que andar con muletas y sé lo fastidioso que es.
ResponderEliminarTengo una enfermedad degenerativa muscular (FSHD), y poco a poco, voy perdiendo movilidad aunque es cierto que es una enfermedad (mi Madre murió con esa enfermedad), que no da dolores y eso es muy de agradecer.
EliminarVaya, siento mucho que padezcas esa enfermedad tan poco común de deterioro muscular. Al menos si no te causa dolor ya es algo, hay herencias a las que quisiéramos renunciar y hay que reconocer que en casos así la manipulación genética puede ayudar a evitar estas enfermedades. Ciencia y medicina avanzan a gran velocidad y lo que hoy no tiene solución puede que dentro de un tiempo cambie totalmente.
EliminarQue tengas buena jornada, un abrazo Enrique!!
Gracias, Ana. Eres muy amable.
EliminarUn bonito recuerdo nos has compartido, pero ¡qué decir!, si tú acostumbras a regalarnos cosas hermosas...Yo también adoro las luces y los adornos y, también recuerdo a mis padres cuando juntos vestíamos el arbolito de navidad....El gesto de la joven nos hace sentir que navidad todavía existe mientras exista un alguien de buen corazón.
ResponderEliminarAbrazos estimado Enrique y, mucho ánimo con tu enfermedad.
Gracias, Tatiana, tendré mi dichoisa enfermedad que soportar, pero vivo feliz.
EliminarUn gran abrazo.
Has hecho un cuento precioso de Navidad, aunque sea real.
ResponderEliminarSí, Tracy, me cuesta salir, pero cuando lo hago socializo enseguida me ocurren cosas cuando salgo y siempre buenas.
EliminarSiempre nos debe sorprender las luces de navidad. Te mando un beso.
ResponderEliminarIluminan el alma, Judit.
EliminarUn abrazo, escritora.
Precioso encuentro.
ResponderEliminarMe pregunto en qué clase de sociedad nos encontramos cuando nos sorprende la amabilidad. Hace años llamaban la atención los maleducados, por infrecuentes.
Un beso.
No sabes cuanto añoro esos buenos modos, Ilduara. Esa chica me llegó al alma, aún es posible creer en la humanidad.
EliminarBuenas noches.
Hola Enrique. También suele pasarme eso de "perderme" contemplando algo que llama mi atención y me emociona.
ResponderEliminarY claro que hay buena gente en el planeta! Nunca he perdido la confianza en los seres humanos. Hay de todo, obvio, desde lo peor de la raza hasta personas inmejorables, empáticas , amables, buena gente. En esa inmensa escala se puede encontrar "para todos los gustos"
Yendo mi abrazo hasta tus pagos.
Gracias, dulce Lu, eres un ángel.
EliminarUn fuerte abrazo.
Esa virtud tiene la Navidad, DE no dejar que la infelicidad nos acaballe. MI aprecio. Carlos
ResponderEliminarTienes razón (siempre lka tienes), Carlos Augusto, el espíritu de la Navidad existe.
EliminarUn abrazo de martes doce del doce a falta de doce días para Nochebuena