04 abril 2024
- El tiempo pasa y nos vamos haciendo viejos nos contaba Milanés en una de sus grandes creaciones, pero lo peor de hacerse viejo no es, precisa, ni únicamente eso.
- Lo peor es que puedes llegar a perder la emoción propia del tiempo en el que vives y con ello la necesidad de andar regalando poesía y abrazos enlazados en mantos de seda como los que es capaz de crear el alma cuando sobrevive a los implacables reflejos que el calendario vital va grabando en ellos.
- Invocaré a todas los poetas y poetisas blogueros a los que sigo para que lancen dardos de amor para frenar los temibles vientos de guerra que andan acechando en Europa y en el mundo entero a la población global a la que parece no preocuparle en absoluto lo que puede suceder con ellas, aunque de un modo alarmantemente cruel su subconsciente se manifieste de una visible forma con la violencia extrema que día a día se va manifestando en nuestras calles de un modo preocupantemente imparable.
- Tengo una buena, gran y vieja amiga que tiene la sana costumbre de que cada vez que nos encontramos y podemos dedicarle una parte de nuestro encuentro a la charla positiva de todo cuanto acontece a nuestro alrededor, de un modo inesperado y siempre radiante, nos sorprende a todos con un grito inesperado que va acompañado de un gesto que supone subir ambos brazos hacia arriba. Su grito es: ¡¡¡Viva el amor!!!
- Una noche se me ocurrió preguntarle a mi querida amiga a que obedecían esas repentinas e inesperadas manifestaciones que suponía su grito y mirándome sonriente, graciosa y calmadamente me dijo: ¿Tú que crees, Enrique, tú que crees?
- Nunca le he contestado, pero cada día que pasa la entiendo más.
Cinco de mis mejores refugios
