Menos mal que, de vez en cuando, salen noticias que incitan a vivir y a hacerlo bien y mejor. El sexo, bueno para el corazón si se practica mucho, ese es el lema por el cual la gente de hoy, leyendo algunos artículos sobre el asunto de la enmienda, debe tener un corazón grandísimo, una minga y un chichi destrozados, un alto riesgo de VIH, varias relaciones enviadas a hacer puñetas y una imaginación terrible para hacerlo, aún sin amor, hasta tres veces en la misma noche, olvidando el nombre y el lugar en donde lo hacen.
Pues vaya, solo faltaba que fueran animando al personal, cuando en realidad lo que debieran decir que eso de hacer del sexo una herramienta de recuperación del corazón humano debiera pasar, también, por el filtro de hacerlo mucho, pero hacerlo bien y con un mínimo de bellas sensaciones en el intento, eso se nos olvida enseguida, a lo mejor es que queremos que sea así y a lo mejor es por eso que los animales tienen un corazón que no les cabe en su cuerpo, eso será, ¿verdad?, o a lo peor estoy equivocado, pero no, a lo mejor lo que intento es que eso de hacer el amor sea de verdad y también sea: Hacer sexo.
Animaros, el corazón nunca es lo bastante grande.
