27 agosto 2011
Siempre se pone encima de la mesa de las discusiones sobre los males de nuestros jóvenes la nefasta influencia que las nuevas tecnologías ejercen sobre ellos. Un estudio realizado en EEUU llega aún más lejos, dice que las redes sociales son las culpables del consumo de drogas que cada vez mas se instala entre ellos. Para mi vincular estos hábitos a los usos internáuticos de los chavales, me parece de un simple odioso. Es como si me dijeran que todo el mundo que delinque se ha descubierto que en ese mismo día ha conducido un coche. Todo el mundo conduce un coche cada día, delincuentes y no delincuentes. Es del genero estúpido no reconocer que todos nuestros jóvenes, afortunadamente, y cada vez más, se integran al mundo de la comunicación a través de la red. Exagerar sobre la maldad de su uso, el de las nuevas tecnologías de la comunicación, es como si le echáramos la culpa de las muertes del tráfico al inventor de la rueda. Es malo el que lo es, el que no se ha formado ni bien, ni en un ambiente adecuado y/o propicio, pero lo es usando o no, precisamente, las redes sociales y no al revés.
Otra cosa será ver como se consigue un control ético sobre todo lo que se publica en la red, pero eso es harina de otro costal y como todo medio innovador sin fronteras, es de difícil y laboriosa ejecución, pero no imposible, en ello nos debemos esmerar todos y exigir a que lo hagan posible quien tiene la posibilidad y el poder de hacerlo.
