lunes, 28 de agosto de 2017

No cobro, no pago ¿Así de fácil?


Imagen: Paweł Kuczyński

Permitidme un relato-desliz de tipo "lacabratiraalmonte"

28 agosto 2017

Hablaba esta mañana con un acaudalado empresario constructor con el que hacía algo más de once años y dos meses, no tenía la "suerte" de ver, ni de poder conversar con él. 

“Tengo el corazón partío”, como el del Sanz, (dándome una referencia que manifiesta, claramente, su precoz ancianidad) - me decía mi amigo el empresario del ayer - la empresa está en pérdidas, pero fundamentalmente está en crisis porque no me pagan desde hace dos años y claro ahora me toca, a mí, no pagar. Ya estoy HLH de hacer el tonto y que cuatro “espabilaos” se queden con mi dinero; No cobro, pues NO PAGO, ese será mi dolor y mi salvación. No estoy dispuesto a perder lo que tanto me ha costado ganar. ¿Verdad, Enrique?"

De este modo tan simple y tan pragmático, definía este estupendo constructor, que lo fue y lo seguirá siendo cuando le dejen, su “modus operandi” liquidador para los próximos eventos empresariales que se le avecinan.

Entonces a mi no se me ha ocurrido otra cosa que hacerle un supuesto. 

Veamos, Luis, voy a hacerte un supuesto - le he dicho

· Yo hago una gran fortuna creando y desarrollando determinado proyecto empresarial, unipersonal, del que me enriquezco más de lo que podré disfrutarlo en una vida. 

· El dinero de las ganancias lo envío a otras empresas, o a mi cuenta en Las Galápagos

· Con el tiempo el negocio ya no funciona y determinados proyectos ya no los vendo y por tanto no cobro

· Como no cobro, lo que hago es dejar de pagar a los proveedores de toda la vida, a los que debo casi todo.

La pregunta que se hace cualquiera, que de esto entienda algo, es: ¿Es lícito, o moral, dejar en la estacada a tus proveedores de toda la vida, exclusivamente porque no te pagan, cuando tienes capital privado para responder? 

Pues parece ser que sí, me refiero a eso, a que es lícito. ¿Pero debiera ser así?

Mi amigo, bueno, mi examigo, no me ha contestado, bueno, sí, sí me ha contestado, me ha dicho: "Enrique, eres un ca...nazo, tú ya no cambias por muy viejo que estés, por cierto, cuida esa barriga, estás para dar un reventón"

Y mi examigo se ha marchado, sin darme la mano y, lo peor, sin pagar los cafés, claro que casi mejor, tener amigos así quizás no valga para mucho.