31 mayo 2014
Primero fue en Facebook, donde empecé a descubrir que cualquiera puede colarse en tu página y escribir en tu nombre o mandarte un correo privado sin que puedas impedirlo y luego el Guasap, donde llevaba una semana anunciándome que debía actualizar sin darme detalle alguno del porqué y el jueves, a media mañana, me cortó el servicio y no me dejaba reinstalar. El caso es que mi cuenta seguía activa para todos menos para mi, es decir, seguían mandándome mensajes al Guasap y yo no podía verlos. Anoche, un viejo y joven amigo, denunció mi cuenta de Guasap a Policía-Delitos Telemáticos. Ayer a medianoche, en plena fiesta del viernes la nuit, probé y, milagro, Guasap me había restaurado el servicio.
Conclusiones y consecuencias:
- He mandado Facebook a la Basura del olvido y estoy intentando darme de baja, definitivamente, de mi cuenta.
- Es probable que vuelva a jugar al ajedrez. No tenía que haberlo dejado nunca.
Última hora: Un amigo de los que dice y parece, entender más que nadie, o sea, es de lo que usa Mac/Apple, me ha dicho que las Grandes compañías de servicios en la Red hacen esas cosas de darte de baja para dejarte ver como sería un mundo sin su servicio y a los dos días te lo restauran. Ya no sé que pensar pero parece que la estupidez humana impera, también, en la Red y campa a sus anchas en ella.